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Inauguració de la conferència Art and Speculative Futures
http://www.ub.edu/ubtv/video/inauguracio-de-la-conferencia-art-and-speculative-futures
Keynote a cargo de Alpesh Kantilal Patel de la Florida International University
http://www.ub.edu/ubtv/video/writing-transnational-art-histories-cruising-and-entanglement
Keynote a cargo de Flavia Costa
http://www.ub.edu/ubtv/video/technological-forms-of-life
Keynote a cargo de Ursula Biemann
http://www.ub.edu/ubtv/video/the-cosmopolitical-forest

Infraestructura y Cosmpolitismo

I International Conference Art, Cosmopolitanism & Infrastructure (AGI + AASD) 27-29 octubre 2016 Facultat de Geografía i Historia Edifici Històric Universitat de Barcelona

Desde su primera formulación en el siglo VI a.C. por Diógenes de Sinope, el concepto del cosmopolitismo, (del griego ‘kosms' y ‘politês' o “ciudadano del mundo” por oposición a la idea preeminente de la ciudad-estado o la comunidad griega) se ha desarrollado y expandido para abarcar posturas muy diversas que se engloban dentro un sentido de pertenencia de los individuos a una comunidad global. A pesar de sus particularidades, por cosmopolitismo podemos entender aquella ideología que defiende que los seres humanos en su conjunto, sin importar su religión o nacionalidad, conforman una única comunidad que se rige en base a una moralidad compartida. Los sujetos pertenecientes a esta visión se denominan cosmopolitas. Junto con la escuela cínica, los fundamentos de la tradición filosófica del cosmopolitismo se encuentran en los estoicos, los cuales desarrollaron esta noción a partir de la idea de los círculos concéntricos (sujeto, familia, ciudadanos, humanidad…) reconocidos a partir de la afinidad o sentido de pertenencia (oikeiôsis). Sin embargo, es Kant quien asienta la idea mediante concepto de la ley/derecho cosmopolitita (‘ius cosmopoliticum’), basada en el principio de la hospitalidad universal, el cual debía de ser extendido a lo largo de la superficie de la tierra (entendida como patrimonio común) para garantizar el bien común.

 

Mientras que gran parte de la filosofía moderna ha configurado su concepción del cosmopolitismo alrededor de la noción “mundo” o “tierra” teniendo a los seres humanos como los únicos miembros de la “gran comunidad”, los pensadores cosmopolitas contemporáneos expanden este sentido de pertenencia a todos aquellos seres que habitan el “cosmos” o el “universo”, subvirtiendo el universalismo moral por las políticas del mundo común y vinculando decididamente el ser cosmopolita con el ser ético. Este proceso de atomización pos-antropocéntrica de los sujetos se puede entender como reacción a las consecuencias devastadoras de la modernidad occidental (las guerras, las injusticias estructurales, el peso del colonialismo…), las cuales evidenciaron que no bastaba con formar parte de esta comunidad, sino que hay que adoptar unos compromisos y unas obligaciones en el ejercicio activo de esta ciudadanía. Frente a un concepto estático del cosmopolitismo, entendido en sí mismo como vehículo de tolerancia (que presupone un buen mundo común), los pensadores cosmopolitas contemporáneos emplean el término cosmopolitita, entendiendo la política (politikus) como las diversas manera de hacer un mundo que está perpetuamente en constante composición.

 

De ahí que el término “cosmopolitita”, Paul Girloy reflexiona sobre el odio que generan las construcciones jerárquicas de la otredad, y vincula cualquier ética social a un cultivo metódico de un extrañamiento con la propia cultura y la historia de  cada uno. En cualquier caso, cualquier compromiso cosmopolita nace de una ‘permanente exposición a la otredad”, en el sentido en el que Judith Butler  expone la precariedad y la vulnerabilidad del ser (en oposición a la noción de la autosuficiencia de la modernidad) como requisito previo para la vida en común. Kwame Anthony Appiah define el cosmopolitismo como el “universalismo además de diferencia”, y  defiende la posibilidad de que una comunidad cosmopolitita que se base en el mutuo respeto pueda existir, en la medida en que no se de por sentado el valor de la vida y que se asuma que existen unas obligaciones y compromisos con los demás que son más importantes que la propia ciudadanía compartida en sí misma. Isabelle Stengers, inspirándose en la noción de rizoma de Deleuze/Guattari y en el de anarquía ecológica, propone recuperar la potencia del animismo para desafiar la “hechicería capitalista” reconociendo la agencia de las entidades no-humanas para descolonizar el conocimiento, en un proyecto a largo plazo que transforma el “vivir común” por el “devenir común”.

 

 

Los fundamentos religiosos, teleológicos y coloniales de la modernidad aún condicionan nuestras sensibilidades y encuentran expresión en ciertas manifestaciones culturales y artísticas. Sin embargo, desde la segunda mitad del siglo XX se han surgido una diversidad de contribuciones teóricas a la noción de cosmopolitismo y cosmopolítica cuyo potencial aspira a describir las posibilidades de la mutua coexistencia y el vivir con la diferencia. El I Congreso Internacional Arte, Cosmopolitismo e Infraestructura pretende explorar la intersección arte – cultura – política desde el prisma del cosmopolitismo, proporcionando un espacio  para recuperar debates, analizando definiciones y ensayando nuevas alianzas teóricas de este campo de estudio y de acción. Nos centraremos en aquellas aportaciones artísticas que plantean nuevas definiciones que van más allá del binomio naturaleza / cultura y que apuestan por aunar lo universal con lo particular, lo singular y lo general. Analizaremos la disciplina de la historia del arte, las infraestructuras y los mecanismos de distribución del arte en su papel en la conformación de la noción del cosmopolitismo como anti-homogenización, su apuesta por la disolución de las categorías "europeo",  "occidental" o "africano" y el entendimiento de la creación de cualquier horizonte político en base a la creación de relaciones sostenibles con la alteridad. 

Art and Speculative Futures
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