I Simposio Internacional Diciembre 1, 2016 Producción y organización: AGI | Arte Globalización Interculturalidad, UB Coordinador: Christian Alonso (UB) En colaboración con: MACBA y Translocal Institute for Contemporary Art (Budapest)
El Antropoceno y el cambio climático no solo definen las condiciones biogeofísicas planetarias en los primeros decenios del siglo XXI sino que también describe un espacio social y cultural sin precedentes, en el que la crisis medioambiental convive y está relacionada con el desastre humanitario y los múltiples conflictos geopolíticos a escala global. El capitalismo cognitivo como forma histórica de progreso y el esencialismo biológico se imponen como algunos de los metarrelatos dominantes. En este nuevo territorio caracterizado por las injusticias estructurales y por los regímenes de desterritorialización y movilidad controlada, la gobernabilidad de nuestras sociedades contemporáneas tecnológicamente mediatizadas opera según la lógica del riesgo manufacturado y despliega sus economías en base a una disponibilidad ilusoria de recursos naturales, ignorando los límites ecológicos de nuestro planeta. El entendimiento de las implicaciones multifacéticas que estas condiciones conllevan en el ámbito de las relaciones entre las entidades humanas y no-humanas así como el establecimiento de los posibles horizontes políticos, es decir, la cuestión de ¿Cómo convivir a pesar de los tiempos? permanece como una de las cuestiones fundamentales de las ciencias sociales y humanas de nuestro tiempo, ofreciendo asimismo nuevas posibilidades para la producción artística y cultural contemporánea.
La constelación de pensamiento geo-ecosófico neo-materialista desarrollado por Gregory Bateson, Gilles Deleuze, Félix Guattari, Donna Haraway, Rosi Braidotti y John Protevi constituye una oportunidad con la que reconsiderar la epistemología y la ética en la era del Antropoceno, en la medida en que apuestan por un enfoque expandido de la ecología, que no solo incluye lo natural (medio ambiente), sino también lo social (socius) y lo mental (psique), vinculando la sostenibilidad del planeta a la capacidad de pensar simultáneamente a través de estos tres registros (Guattari, 1989). En el contexto del desarrollo de este nuevo paradigma ético-político, y a modo de asumir la responsabilidad frente a nuestra historicidad, nuestra relación con el planeta y con las otras especies resulta inseparable del análisis de las condiciones y relaciones de poder que definen nuestra ubicación. El desafío de nuestra condición post-humana y post-natural consiste en aprovechar las oportunidades de nuevos sistemas de parentesco con la otredad sexualizada, racializada y naturalizada, promoviendo un igualitarismo centrado en la vida que vaya más allá del holismo y se centre en la composición de planos de inmanencia radical que desencadenen procesos de devenir con los otros, con los que construye relaciones sustentables (Braidotti, 2015). Esta ética post-antropocéntrica y anti-humanista, incompatible con el sujeto unitario y trascendental de la moral Kantiana, se articula en el reemplazo de la lógica del reconocimiento de lo semejante por una dependencia transespecie, y la filosofía de los derechos por una ética de la sostenibilidad: la estructura del sujeto post-humano no es estática ni fija, sino post-identitaria, transversal, inscrita y encarnada en la multiplicidad: una subjetividad afectiva, relacional y mutante.
Los artistas han venido trabajando imaginativamente con la ecología como campo expandido desde los años 60 del siglo XX tanto como prácticas instituyentes así como crítica del rol de las instituciones culturales. Proyectos transdisciplinares que favorecían la biodiversidad y el trabajo en comunidad en sintonía con una noción de conservación o restauración medioambiental representaban dos de las tendencias mayoritarias. Hoy la ecología es un prisma a través del cual los artistas están trabajando con cuestiones relacionadas con la permacultura, el desarrollo y la implementación de biocombustibles, microeconomías, el acceso a la alimentación, el diseño especulativo, las tecnologías de código abierto, el biohacking, subjetividades post-género y prácticas sociales sostenibles, desmantelando los dualismos tradicionalmente opuestos entre el cuerpo y la mente, razón-emoción, humano-animal, teoría y práctica, lo material y lo discursivo y lo real y lo virtual, intentando pensar la vida y el mundo de otra forma. El I Simposio Internacional Ecologías Mutantes en el Arte Contemporáneo se propone profundizar en esta noción de ecologías expandidas en la práctica artística, cultural y curatorial contemporánea, y en particular en su capacidad para proporcionar diversas formas de entender, interrogar y adecuar nuestra relación con la tierra a través de estrategias y metodologías discursivas, visuales y sensuales, experimentando más allá de confinamientos disciplinarios y generando nuevas éticas y políticas posthumanas.